Escultor y piloto comercial. Desde chico me apasionan los aviones y las maquetas; a los 15 comencé restaurando cuadros y marcos, y más tarde me desarrollé en publicidad como director de arte, donde obtuve más de 80 premios internacionales. En 2012, tras un contacto con el MoMA de Nueva York, decidí dedicarme por completo al arte.
Desde entonces participé en ferias como Art Basel y Scope NY/Miami, y realicé obras públicas como el Homenaje a Lionel Messi en el subte de Buenos Aires y El Perdón de los Inocentes en el Aeropuerto de Ezeiza. En 2024 presenté El Corazón de Don Pablo en homenaje a Pablo Novak, último habitante de Epecuén, y creé 100 corazones para la Fundación Favaloro, una obra colectiva que une arte y vida.
Mi trabajo gira en torno al corazón, símbolo de memoria y emoción, trabajado en resina, y diversos materiales. Cada pieza nace para contar una historia: la mía, y la de quienes la reciben.